Víctor
Miguel Rodríguez Jiménez
Clausura de la Maestría en Educación Ambiental. Generación XI |
Maestra
Nancy Virginia Benítez Esquivel, directora de la Unidad 95 de la UPN.
Doctor
Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán, coordinador académico de la Maestría en
Educación Ambiental.
Cuerpo
docente de la Maestría en Educación Ambiental, nuestros maestros.
Docentes de
la UPN invitados.
Familiares y
amigos de los maestrantes que nos acompañan.
Compañeras y
compañeros, amigos todos:
Costumbre
es, al inicio del discurso, congratularse y agradecer con frases
preestablecidas la deferencia otorgada para el pronunciamiento de un discurso;
en éste, aunque no será la excepción, quisiera alejarme de esa inercia y, en vez
de ello, expresarles a ustedes la emoción que me provocó, desde el primer
momento, el saber que contaba con esta oportunidad; que a cada latido
correspondía una imagen que recreaba todos los momentos que vivimos en poco más
de dos años, desde los primeros encuentros hasta este evento de culminación
escolar, que ya aparecía como buen augurio de un futuro próximo. La impresión
de todas esas vivencias trajo consigo el contenido de esta relación de
experiencias que, a manera de breve discurso, me honra y congratula poder
expresarlo ante ustedes.
“¿Qué es el
diálogo? Es una relación horizontal de A más B. El diálogo sólo comunica. Y
cuando los polos del diálogo se ligan así, con amor, esperanza y fe uno en el
otro, se hacen críticos en la búsqueda de algo. Se crea, entonces, una relación
de simpatía entre ambos. Sólo ahí hay comunicación.”
Pedagogía de
la libertad, Paulo
Freire
Hasta hace
algunas semanas, no hubiera podido pensar que persona alguna se expresara de la
obra de Paulo Freire como dañina para la educación, a menos que su juicio
estuviera limitado por la ignorancia, la enfermedad o por la franca intención
de arremeter contra la libertad del ser humano en pos de algún interés
deshumanizado, crematístico, etc., que a fin de cuentas dichas limitaciones se
parecen; sin embargo, a manera de pesadilla, dicha afirmación se presentó en
uno de mis programas favoritos que palabras más, palabras menos se enunció así
: ”_Paulo Freire hizo mucho mal a la educación…_”; el sobresalto obligó a
aprestar mis oídos para escuchar los argumentos, basados en exponer a Freire
como un buscador de conflictos que polarizan a la sociedad, que provocan la
confrontación entre las distintas capas de la sociedad, que contrapone a las
personas por sus distintas maneras de pensar… y en efecto, Paulo Freire es
culpable de todo esto, empero, la equivocación del pequeño locutor en el
programa cultural nocturno y sabatino de la televisión estatal, es que esto no
es dañino, al contrario, por eso y mucho más, ¡Paulo Freire hizo mucho bien a la
educación!, y lo sigue haciendo.
Permítanme
relatar la experiencia vivida en el aula de la Universidad Pedagógica Nacional
a través de las frases de Freire; permítanme hacer el resumen de lo que me
atrevo a calificar como un acto de amor: el resumen de esta maestría.
Tengo la
seguridad de que en ustedes, compañeros de generación, como en mí, surgen en
cada una de las palabras de esta cita, el recuerdo no sólo de lo que
aprendimos, sino también de lo que vivimos en el aula del quinto piso, en la
que lo consuetudinario de nuestra asistencia la embargó de familiaridad. Y así
aparecen uno a uno de los rostros que ahí habitamos, ora adustos, felices,
indignados, dubitativos, pero siempre imbuidos en la comunicación que otorga el
diálogo que reza Freire.
—Resistencia y esperanza, la clase del
maestro Tonatiuh:
Otrora
contemplador del ambiente como naturaleza contaminada, yo me confieso. Nuestro
querido maestro “Tona” con mucho cariño y, eso sí, gran firmeza y en voz muy
alta, nos despertó el ánima como Melquíades lo hiciera con un imán cuando llegó
a Macondo, sólo que en vez de imán, utilizó la fuerza del golpe de su palma en
la mesa o en el pizarrón, que sonaba tan fuerte como su voz para hacernos
sentir que el ambiente tiene mucho más que eso, y que no solamente se
contempla, sino se participa en él con resistencia y esperanza. Y el cine, ¡ah,
el cine!; poder palpar el entusiasmo de cómo entender la irremediable comunión
del arte con la vida, con el ambiente mismo; una interpretación sui generis de
cada toma, escena, plano,…de cada detalle que nos regalaba en la pantalla con
el comentario siempre atinado, no solamente del experto cinéfilo, sino del
maestro que nos enseñó a aprender reflexionando en torno al espectro multicolor
de esa pantalla a manera de lar, como se reúnen los que se entienden, los que
se comunican, los que dialogan.
“La confrontación no es pedagógica, sino política” (Freire, 2010).
—Complejidad contra simplismo, la clase de
la maestra Nancy:
Con cuánta
meticulosidad y esmero nos hiciste reflexionar en la antinomia del simplismo
frente a la simplicidad; convirtiendo la crítica irrestricta en el consejo
cauteloso que educa para la reflexión de la pregunta en lugar de conformarse
con una simple respuesta. Sumergidos en la mar de la complejidad, aprendimos a
remar entre el oleaje que configuran la dialéctica de la contradicción,
asimilar el saber seguido del conflicto, recorrer todas las cuitas de la
espiral que construye. Sólo así, en lo sinuoso del andar, se aprende.
“La obligación de profesores y profesoras no es caer en el simplismo,
porque el simplismo oculta la verdad, sino la de ser simples” (Freire, 2010).
—Disciplina y humanismo, la clase del
maestro Miguel Ángel:
Rigor,
disciplina, responsabilidad: sí, pero siempre con respeto y anteponiendo el
humanismo reencontrado desde que el mundo perdió el centro, desde los tiempos
de los “_sabios alquimistas de Macedonia…_”, cuenta el gitano de barba montaraz
en Macondo, donde aún persiste la magia, la esperanza…; la resistencia de las
cosas que así están no porque así sean. Recreamos un mundo que se había
desencantado para su reencantamiento, en el que no solamente el hombre, sino
junto con la otra mitad del cielo, dice Mao, el ser humano en su truculenta
relación con la naturaleza, se funde en el ambiente, pero reflexiona,
piensa,…luego existe.
“_Todo
tiempo educativo es tiempo de pregunta y de respuesta. Tiempo de disciplinar,
de reglamentar la propia pregunta, la propia respuesta_” (Freire 2010).
—La reflexión y la práctica, la clase de la
maestra Alma:
Yo no sé
(que ya es decir mucho), pero quizás el estar tan cerca de la escuela
configuran tu corazón de maestra; hacedora asidua de la práctica siempre actual
nos conmina a la reflexión; pero no ésa que se da detrás del escritorio, sino
aquella que se va tejiendo poco a poco desde la cotidianidad de la práctica
docente, auténtica reflexión desde la práctica misma. La guía siempre amable
que dibuja la sonrisa en las palabras, cierra el círculo perfecto ante el
escrutinio que denota la mirada concentrada en el comentario, en la respuesta,
en la redacción tras una noche en vela. Celosa madrina de nuestra generación.
“Sin límites no hay libertad, como tampoco autoridad” (Freire 2010).
-El diálogo y la transparencia del
ser, la clase del maestro Oswaldo:
Con la
familiaridad de un hermano y por la humildad que caracteriza a los que saben,
pudimos ver a través de ti porque así lo permitiste; se cumplió la máxima del a
más b para poder escudriñar en el fondo del baúl en donde se añejan los
saberes, para desempolvarlos y emplazarlos nuevamente en la mesa del juego,
devolviendo la confianza que a veces, cabizbaja, deambula entre las sombras del
tedio, ese gran monologar eterno del que ya nos contaba Amado Nervo. Hablar de
lo mucho que nos diste, por consabido se calla, y bien se sabe que maestro no
es solamente quien enseña, sino el que también aprende. Ícono de nuestra
generación, la XI, la generación Maestro Oswaldo Escobar Uribe.
No me resta
más que agradecer a toda la comunidad educativa, en voz de cada uno de los que
hoy egresamos de la Maestría en Educación Ambiental:
“Doy gracias a mis maestras y maestros que me
indicaron con precisión el camino y la forma de recorrerlo y ahora he llegado
hasta aquí. La crítica no puede lapidar mis planteamientos, pero sí ayudarme a crecer.
Por lo que soy, por lo que he sido y por lo que aportaré a la sociedad seguiré
adelante, el mundo me espera.”
Adriana
Adriana
“Una maestría noble y sincera que me generó;
nostalgia, coraje, impotencia e indignación por aquellas tardes-noches. Pero
que por las mañanas me provocaba un suspiro para ser una persona mejor,
comprometida con la vida, la familia y la labor educativa; con la esperanza de
transformar nuestras vidas hacia una sociedad más humana y justa. Es una nueva
forma de vida.”
Daniel Issac
“Un proceso rico en adquisición de ideas nuevas y de
construcción de amistades valiosas.”
Daniel Lara
“El camino hasta aquí no ha sido fácil, ha sido un paseo lleno de
obstáculos y repleto de alegrías. Llegué aquí con una maleta vacía, y ahora
está llena de ilusiones y proyectos. Gracias a todos ustedes por darme la
oportunidad de ser una mejor persona.
“Estamos aquí para dejar nuestra huella en el universo" S. Jobs
Elsa
“Estamos aquí para dejar nuestra huella en el universo" S. Jobs
Elsa
“La enseñanza siempre es la misma: ser cada día
mejores”
Leonardo
Leonardo
“Una experiencia intensa con grandes experiencias formales y de vida…”
Liliana
Liliana
“Un viaje que no termina, un camino que se anda en la colectividad con
pasos muy personales.”
Óscar
“La literatura y el medio ambiente siempre han estado allí, sólo que
ahora las llamamos afanosamente literatura ambiental.”
Rubén Inclán.
Rubén Inclán.
Gracias,
muchas gracias.
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